... después de mis 26
Yo tengo el pésimo vicio de darle una canción a momentos, situaciones o etapas de mi vida (llamándole siempre ‘Canción para cada ocasión’). Pero muy pocas veces me ha pasado, que casi una década después vuelva a verme reflejada en una letra de una forma tan literal como la primera vez. Es un poco frustrante el abrir los ojos y darte cuenta que avanzaste tanto por tantos años pero al final volviste al mismo punto de partida (aunque sea una situación o personas totalmente diferentes).
La canción “No” de Shakira salió el 2 de Julio del 2005, en el momento justo y en el lugar indicado para darme valor y fuerza para que tomara una de las decisiones más importantes de mi vida adolescente a mis recién cumplidos 20 años. Cada que la escuchaba sabía que estaba haciendo lo correcto, me dolía el pecho y se me iba el aire la mayoría de las veces pero estaba SEGURA de que era la decisión correcta. Y así pasaron 7 años.
Hoy vuelvo a escuchar esta canción, sin dolor en el pecho, sin que me falte el aire, con el cerebro más funcional, madurez y un CHINGO de experiencia. Se podría decir que ahora la comprendo mejor (y la letra no tiene nada de complejidad) pero, sí, la entiendo mejor, podría decir que “La escucho con nuevos oídos”. ¿Qué pasó? Pues que pasé por algo SIMILAR (más no igual) a lo que viví a mis tiernitos 20 años y nuevamente me encontré en la necesidad de tomar una decisión y no, esta vez no la usé para darme valor, por experiencia y sentido común la tomé, pero como por cosa del destino me encontré de nuevo escuchando la canción, pero esta vez comparando el hoy con el ayer, mi yo de ahora con mi yo de antes. Y he aquí este post.
No, no intentes disculparte
No juegues a insistir
Las excusas ya existían antes de ti.
Cuando estás pequeña y no has realmente vivido cosas similares, cualquier cuento chino te parece legítimo, agregándole también el sazón de la ingenuidad que quiere creer cualquier cuento chino que te haga sentir mejor. Escuchaba esta estrofa una y otra vez y bueno, yo siempre me creí cualquier excusa dada que me hiciera creer que el mundo seguía siendo de caramelo. Hoy en día cuando digo “No quieras venderle chiles a Herdez” es porque ya no me creo esos cuentos chinos tan fácilmente y no, por favor, no quieras venir a venderle chiles a Herdez.
No, no me mires como antes
No hables en plural
La retórica es tu arma más letal
Tomar una decisión es difícil, más aún cuando el sentimiento no se ha ido, cuando no te dejan alejarte, cuando los cuentos chinos son convincentes pero aún así sabes que solo son eso, cuentos chinos. A los 20, no pensaba así, repito, a los 20 me creía todo.
Voy a pedirte que no vuelvas más.
A los 20 o a los 26, esa línea siempre me va a golpear. Tomar la decisión de alejarte definitivamente de alguien siempre será difícil, no importa la edad ni la madurez mental o emocional, simplemente está CABRÓN. Pero a veces, por el propio bien mental, emocional y físico es necesario pedirle a ese alguien que nomas no vuelva.
Siento que me duelas todavía aquí, adentro.
A los 20 años, obviamente el que “Todavía me duelas” era hasta estúpido decirlo, estaba reciente, novedoso, salidito del horno. Pero crecí y ahora me reprimo a mi misma cuando pasa el tiempo y aún me “importa” alguien, a veces hasta me digo “Vamos, no tienes 19 años”. Así, que a veces me siento de lo más tonta cuando aún duele.
Y que a tu edad sepas bien lo que es
Romperle el corazón a alguien así.
Y aquí otra ironía. Quién va a saber lo que es romperle el corazón a alguien a los 20 años? Bueno, al menos un experto no era, estoy casi segura que era el primer corazón que rompía. Pero como nos ponemos el papel de los super maduros, conocedores del tema, que lo hemos vivido todo, nos sentimos los más maduros del mundo cuando a los 20 años sigues siendo un RAPAZUELO. Pero bueno, sólo me dan ganas de regresar el tiempo y decirle a mi yo del pasado “Tranquila, te vas a topar en un futuro con verdaderos expertos” (y otros que tomaron experiencia cof cof haha). Pero sí, hoy en día sí es más probable que una persona realmente sepa lo que es romperle el corazón a alguien.
No se puede vivir con tanto veneno,
La esperanza que me dio tu amor
No me la dio más nadie,
Te juro, no miento.
“Más nadie” claro que no, repito, era una rapazuela inexperta, primera vez que sentía algo por alguien… obvio, hasta en ese entonces la esperanza no me la había dado más nadie. Y ahora, ya me la había dado alguien más antes que tú haha.
No se puede vivir con tanto veneno,
No se puede dedicar el alma
A acumular intentos
Pesa más la rabia que el cemento.
Eso es TAN cierto. No te puedes desvivir intentando a que algo funcione. Cuando algo es para ti se debe dar natural, no tienes que desgastarte para hacer que funcione. Las segundas, terceras o cuartas oportunidades o intentos son inútiles, si no funcionó a la primera no va a funcionar a la décima, no importa cuánto lo quieras. Y la última línea “Pesa más la rabia que el cemento” me gusta mucho. A los 20 años, sufrí, lloré, pero jamás realmente quise alejarme del susodicho. Ahora si comprendo lo que es estar más enojada que enamorada. Cuando te enojas, cuando te decepcionan, es mucho más fácil decir “Ok, hasta AQUÍ”. Y esto es hasta ahora, de peque estaba tan enamorada que aunque me vieron la re vil cara de pendeja, jamás me enojé porque ahora sí que estaba “ciega de amor” haha.
Espero que no esperes que te espere
Después de mis 26
La paciencia se me ha ido hasta los pies
Hace casi 7 años pensaba que el “Después de mis 26” estaba MUY lejos, hoy estoy solo a 4 meses del “después de mis 26”, osease, mis temidos 27 años. No puedo creer que haya pasado TANTO tiempo de mi primer corazón roto y que a estas alturas vengo a caer en el segundo. Pero bueno, ni la primera, ni la segunda, esperaré a mis después de mis 26. En 4 meses, la etapa de esta canción expirará, ya ésta frase no significará lo mismo.
Y voy deshaojando margaritas
Y mirando sin mirar
Para ver si así, te irritas y te vas
Sinónimo de: “¿No te das cuenta que te estoy mandando a la MIERDA?”.
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